martes, 26 de marzo de 2013

España: Identifican más de 400 genes implicados en la respuesta inmune de las plantas



Las interacciones entre las plantas y los microorganismos son enormemente complejas. Los microorganismos, presentes en grandes cantidades en el suelo, pueden ser parásitos de las plantas y producirles enfermedades, pero también pueden establecer relaciones beneficiosas y favorecer su crecimiento, obteniendo a cambio muchos nutrientes exudados por la raíz. Por todo ello las plantas han desarrollado mecanismos muy sofisticados para detectar los microorganismos del entorno y, una vez reconocidos, activar su sistema inmunológico para defenderse o, por el contrario, permitir su establecimiento en la rizosfera cuando son beneficiosos.

Desde que se establecieron por primera vez las bases de la inmunidad vegetal, tan solo unos pocos receptores de microbios han sido descubiertos. Estos receptores, llamados también dianas inmunes, son los que inician la respuesta defensiva de la planta y median en el complejo intercambio de señales que se produce a continuación entre plantas y microbios. Un trabajo en el que ha participado la investigadora del Departamento de Fisiología de la UPV/EHU Susana García Sánchez ha conseguido identificar 472 genes que, muy probablemente, representan dianas inmunes durante la interacción planta-microorganismos. La investigación se publica en la revista PLoS One, con el título 'Wide Screening of Phage-Displayed Libraries Identifies Immune Targets in Planta'.

La investigación se ha llevado a cabo con la planta modelo 'Arabidopsis thaliana', una mala hierba emparentada con la mostaza. Fue la primera planta cuyo genoma pudo ser secuenciado, pero aún se desconoce para qué sirve la mayoría de sus 35.000 genes. La gran aportación del trabajo, realizado en Neiker, donde Susana García comenzó la investigación con su doctoranda Cristina Rioja, la Universidad de Utrecht, la Universidad de Salamanca y Scotia Biologics LTD, ha sido la novedosa estrategia diseñada por el equipo para la identificación masiva de dianas inmunes.

“Hemos seguido una estrategia high-throughput (de alto rendimiento, en inglés) para identificarlas: combinamos la tecnología de los microchips de ADN, que aprovecha la información obtenida tras secuenciar el genoma de la Arabidopsis, con el empleo de virus bacteriófagos, que permiten expresar todas las posibles proteínas codificadas en este genoma. Así, hemos podido analizar 20 millones de proteínas diferentes y seleccionar aquellas capaces de interaccionar con distintos microorganismos. Todo ello nos ha permitido asignar muy rápidamente funciones a esos 472 genes”, explica la investigadora, quien resalta las posibilidades de esta estrategia en campos como la inmunología o la farmacología.

“Estas investigaciones suponen un avance importante en nuestro conocimiento del sistema inmunológico de las plantas, que puede emplearse para remediar plagas agronómicas o para el desarrollo de nuevos fármacos. No debemos olvidar que las plantas son los productores primarios en la cadena trófica, y que fabrican los compuestos orgánicos y el oxígeno que necesitamos el resto de los seres vivos. Sin ellas, la vida en este planeta no sería posible”, señala Susana García.


Fuente: interempresas.net

Experiencias orgánicas: La vacunación simultánea de bovinos con Lactobacil...

Experiencias orgánicas: La vacunación simultánea de bovinos con Lactobacil...: Publicado el: 24/03/2013 Autor: Carlos R. Bautista-Garfias, Roberto Castañeda-Arriola, Je...

La vacunación simultánea de bovinos con Lactobacillus casei y la vacuna bivalente contra babesiosis bovina genera una mejor protección contra Babesia bovis y B. bigemina transmitidas por garrapatas en condiciones extremas de campo


Publicado el: 24/03/2013
Autor: Carlos R. Bautista-Garfias, Roberto Castañeda-Arriola, Jesús A. Álvarez-Martínez Carmen Rojas Martínez, Julio V. Figueroa-Millán,Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Parasitología Veterinaria, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias; Astrid Rodríguez-Lozano, C.E.P.
Resumen

Se evaluó el efecto de Lactobacillus casei en la vacuna mixta contra babesiosis bovina del INIFAP (VAC), en bovinos de un área endémica de babesiosis. Previamente se informó que L. casei incrementa la eficacia de la vacuna mixta mexicana contra babesiosis bovina bajo condiciones controladas. Los resultados aquí expuestos demostraron dicha efectividad para generar una respuesta inmunitaria protectora bajo condiciones extremas en el campo. Veinte bovinos libres de Babesia spp fueron distribuidos al azar en tres grupos: testigo no vacunado (Testigo, n = 9), vacunado con VAC (n = 5), y vacunado simultáneamente con VAC y L. casei (LC-VAC, n = 6). Todos los animales se mantuvieron en un corral libre de garrapatas y Babesia spp en Coatepec, Veracruz durante 24 días antes de transportarlos a Paso del Toro, Veracruz, para una exposición natural a Babesia spp transmitida por garrapatas Riphicephalus (Boophilus). Se observó protección contra Babesia spp en bovinos pertenecientes a los grupos VAC y LC-VAC, mientras que los animales testigo mostraron signos clínicos de babesiosis aguda. Los bovinos del grupo VAC-LC mostraron menos signos clínicos que los del grupo VAC entre los días 12-16. Todos los bovinos mostraron Babesia spp después de la confrontación. Los niveles de IgG anti-Babesia en los animales de los grupos vacunados, determinados por inmunofluorescencia indirecta, siempre fueron más elevados contra Babesia bovis que contra B. bigemina después de la vacunación y de la confrontación. Se demostró la eficacia de la vacunación simultánea con VAC y L. casei en bovinos, para generar una mejor respuesta inmunitaria protectora contra Babesia spp transmitida naturalmente por garrapatas, bajo condiciones extremas de campo.
Palabras clave: VACUNA BIVALENTE CONTRA BABESIOSIS BOVINA, Lactobacillllus casei, EFECTIVIDAD, CONFRONTACION DE CAMPO.
Introducción
Una de las enfermedades parasitarias más importantes del ganado en todo el mundo es la babesiosis bovina, enfermedad producida por protozoarios del género Babesia.1 En México, 75% de las 23,316,000 cabezas de ganado vacuno2 están en riesgo de adquirir babesiosis.3 En este sentido, es importante señalar que, además de los adultos, recientemente se han documentado casos clínicos de babesiosis en becerros menores a nueve meses de edad, nacidos en áreas endémicas de la enfermedad.4 En el Centro Nacional de Investigación Disciplinaria de Parasitología Veterinaria (CENID-PAVET) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) del gobierno mexicano, se desarrolló una vacuna viva atenuada contra Babesia bovis y B. bigemina, que protege al menos a 80% de los bovinos vacunados contra cepas virulentas de Babesia5-7 y a 70% de los animales bajo condiciones extremas de campo.8
Por otro lado, se ha propuesto la utilización de la bacteria ácido-láctica inmunoestimulante Lactobacillus casei como una alternativa para el control de diferentes enfermedades parasitarias.9 En este contexto, se ha demostrado que L. casei, por sí misma, induce una respuesta protectora contra Babesia microti en ratones cuando es inoculada antes o el mismo día de la infección10 y contra Babesia bovis y B. bigemina en ganado bovino, cuando la bacteria ácido-láctica es administrada antes de la vacuna mixta contra babesiosis bovina bajo condiciones controladas de laboratorio; sin embargo, L. casei sola no indujo protección en el ganado vacuno contra el desafío con Babesia.11
En el presente estudio se evaluó la efectividad de la protección conferida por la administración simultánea de L. casei y la vacuna mixta contra babesiosis bovina en bovinos que después de vacunados fueron expuestos a la transmisión natural de Babesia bovis y B. bigemina por la garrapata Rhipicephalus (Boophilus) microplus del ganado bajo condiciones extremas en Paso del Toro, Veracruz, México, considerada como área endémica de babesiosis bovina.12

Material y métodos
Este estudio fue previamente revisado y aprobado de acuerdo con las normas oficiales mexicanas NOM- 062-ZOO-1999, NOM-033-ZOO-1995 y NOM-051- ZOO-1995 por miembros del subcomité de uso ético y humanitario de animales del grupo técnico colegiado del CENID-PAVET del INIFAP. Todos los bovinos usados en este experimento fueron alojados, manejados y alimentados por personal entrenado de acuerdo con las normas indicadas.

Vacuna contra babesiosis bovina
Se utilizó la vacuna bivalente atenuada contra babesiosis bovina desarrollada por el INIFAP, que consiste en una mezcla de la cepa atenuada BIS de Babesia bigemina y la clona BOR de B. bovis.8

Cepa bacteriana
La cepa ATCC7469 de Lactobacillus casei se cultivó bajo condiciones aeróbicas en el medio MRS* a 37°C durante 18 h. Posteriormente, los microorganismos fueron centrifugados a 5000 g por 10 min, y el precipitado se lavó varias veces con solución salina amortiguadora estéril de fosfatos (PBS), más tarde, los organismos murieron por calor en agua hirviendo durante 30 min y el número de organismos en el cultivo se ajustó a 109 unidades formadoras de colonias (CFU)/ml de PBS.13,14

Animales
Veinte bovinos cruza Holstein × Suizo, libres de tuberculosis, brucelosis, babesiosis y anaplasmosis, con una edad promedio de nueve meses, fueron distribuidos al azar en tres grupos: no-vacunado: Testigo (n = 9), inmunizado con la vacuna mixta contra babesiosis bovina: VAC (n = 5), e inoculado con VAC y Lactobacillus casei: LC-VAC (n = 6).

Diseño experimental
Los animales se alojaron en un potrero en Coatepec, Veracruz, ubicado a 1250 metros sobre el nivel del mar; coordenadas geográficas: 19°25'0'' Norte, 96°47'0'' Oeste, donde recibieron los siguientes tratamientos: los animales del grupo Testigo recibieron 3 ml de solución salina estéril vía intramuscular (im) en el anca derecha; los del grupo VAC fueron inmunizados vía im en el anca derecha con 1 × 108 eritrocitos infectados con cada una de las especies de Babesia del cultivo in vitro en un volumen de 3 ml, y los bovinos del grupo LC-VAC fueron inoculados vía im en dos sitios diferentes: con VAC (3 ml) en el anca derecha y con Lactobacillus casei (3 × 109 u.f.c.) en un volumen de 2 ml, en el anca izquierda. Luego se mantuvieron en observación 24 días antes de transportarlos a Paso del Toro, Veracruz (10 metros sobre el nivel del mar, coordenadas geográficas: 19°2'0'' Norte, 96°7'0'' Oeste), un área endémica de babesiosis bovina con una prevalencia estimada de babesiosis bovina mayor a 90%,12 donde fueron expuestos en el campo a garrapatas Rhipicephalus (Boophilus) microplus naturalmente infectadas con Babesia bovis y Babesia bigemina. Esta situación se denominó "condiciones extremas de campo", definidas como la suma de condiciones de clima tropical, tiempo de verano, severa infestación de potreros con garrapatas y área endémica de babesiosis bovina.

Registro de temperatura, volumen celular aglomerado (hematocrito), eritrocitos parasitados con Babesia y niveles de anticuerpos IgG anti-Babesia
En Paso del Toro, Veracruz, se registraron diariamente los siguientes parámetros: temperatura rectal (°C) y volumen celular aglomerado (PCV, como porcentaje). Se prepararon frotis sanguíneos diariamente desde el día 14 después de la confrontación (dc), teñidos con Giemsa para determinar por evaluación microscópica óptica la presencia de Babesia spp y el porcentaje de eritrocitos parasitados (PEP). Al mismo tiempo, se obtuvieron sueros de los bovinos los días 0 y 17 después de la vacunación (dv) y los días ocho y 20 dc para determinar los niveles de anticuerpos IgG anti-Babesia bigemina y anti-B-bovis por medio de la prueba de inmunofluorescencia indirecta (IFI).15

Criterio para determinar babesiosis aguda
Un animal fue considerado con babesiosis aguda (requiriendo tratamiento para evitar la muerte) cuando mostró los siguientes parámetros: 1) No vacunado contra babesiosis bovina; 2) Más de 25% de reducción del volumen celular aglomerado (VCA) con respecto al valor basal; 3) Temperatura rectal mayor a 40°C durante dos días seguidos; y 4) Presencia de Babesia spp en frotis sanguíneos teñidos con Giemsa.5-8,11 Además, se tomó en cuenta la pobre condición física del animal (no medible).

Evaluación de signos clínicos de babesiosis y babesiosis aguda con riesgo de muerte
Similarmente, los porcentajes de signos clínicos de babesiosis y babesiosis aguda se determinaron de la siguiente manera:
• El porcentaje de signos clínicos de babesiosis = número de animales con fiebre y presencia de parásitos en frotis teñidos con Giemsa en el grupo/número total de animales en el grupo × 100.
• El porcentaje de babesiosis aguda con riesgo de muerte = número de animales en el grupo que mostraron fiebre, reducción de más de 25% del valor basal del VCA y presencia de parásitos en frotis teñidos con Giemsa /número total de animales en el grupo × 100.
Es importante señalar que, en contraste con estudios previos, los bovinos experimentales en el grupo Testigo se trataron contra Babesia con 4,4'-(diamino) dibenzamide diaceturate* (Ganaseg) cuando mostraron signos clínicos de babesiosis aguda después de la confrontación, para evitar su muerte.6-8

Análisis estadístico
La significancia estadística de las diferencias se determinó de las medias + desviación estándar (DE) por medio del análisis de varianza (ANDEVA) con el software Paquete de diseños experimentales.16

Resultados
Temperatura
Desde el punto de vista clínico, los animales del grupo VAC-LC mostraron un mejor desempeño en comparación con los bovinos del grupo VAC, particularmente en el periodo de siete días, que abarcó del día 14 al día 20 dc. En este periodo, el promedio de la temperatura rectal (+ EE) fue significativamente más alto (P < 0.05) en los animales del grupo VAC (40 + 0.08°C), en comparación con los bovinos del grupo LC-VAC (39.5 + 0.1°C) (Figura 1).
Volumen celular aglomerado (VCA)
En el día 0 no se observaron diferencias significativas en este parámetro entre los grupos. Al día 15 dc el porcentaje promedio de VCA en el grupo no-vacunado (Testigo) fue significativamente más bajo (16.6%, P < 0.05), comparativamente con los valores observados en los grupos VAC (21.5%) y LC-VAC (22.3%), y representó una disminución de 52.4% con respecto al valor basal (día 0). Los días 16 y 17, el VCA fue significativamente diferente en los grupos vacunados, en comparación con el grupo Testigo (P < 0.05) (Figura 2).
Porcentaje de eritrocitos parasitados PEP
El día 10 dc se observó Babesia spp en los frotis sanguíneos teñidos sólo en niveles inferiores a 0.01 PEP; luego los valores se incrementaron, y los días 12 y 14 dc, se registró una diferencia significativa (P < 0.01) en los valores promedio de PEP observados en el grupo LC-VAC en comparación con los valores de los grupos VAC y Testigo. Al día 12, los valores de PEP (promedio + EE) fueron de 0.13% + 0.05 para el grupo LC-VAC; 0.53% + 0.04 para el grupo VAC, y 0.43% + 0.12 para el grupo Testigo; mientras que los valores observados el día 14 dc fueron de 0.10% + 0.05 para el grupo LC-VAC, 0.46% + 0.02 para el grupo VAC, y 0.45% + 0.12 para el grupo Testigo (Figura 3).
Niveles de anticuerpos IgG anti-Babesia
El promedio de los niveles de anticuerpos IgG anti-Babesia en ambos grupos de animales vacunados siempre fue más alto contra B. bovis que contra B. bigemina, después de la vacunación y después de la confrontación. Al día ocho dc, el promedio de los niveles de anticuerpos contra B. bigemina fue más alto en el grupo LCVAC que en el grupo VAC (Figura 4a). Similarmente, el día 17 dv, el promedio de los niveles de anticuerpos contra B. bovis fue más alto en el grupo VAC en comparación con el grupo LC-VAC; mientras que el día 20 dc el promedio de los niveles de anticuerpos contra B. bovis fue más alto en el grupo LC-VAC que en el grupo VAC (Figura 4b); sin embargo, no se observaron diferencias significativas. En el grupo Testigo el promedio de los niveles de anticuerpos anti-Babesia dc fue muy bajo, comparado con los promedios de los grupos LCVAC y VAC.
Figura 1. Temperatura promedio (°C) en tres grupos de bovinos expuestos a Babesia spp transmitida por Rhipicephalus (Boophilus) microplus en el campo. Cada punto representa la media + E.E. de nueve (Testigo), seis (Lactobacillus casei + vacuna mixta contra babesiosis: LC-VAC), y cinco bovinos (vacuna contra babesiosis: VAC). Los asteriscos indican diferencias significativas (* P < 0.01; ** P < 0.05) entre el grupo LC-VAC y los grupos Testigo o VAC. Se administró tratamiento anti-Babesia a los animales Testigo el día 16 (flecha).
Figura 2. Porcentaje promedio del volumen celular aglomerado (PCV) en tres grupos de bovinos expuestos a Babesia spp transmitida por Rhipicephalus (Boophilus) microplus en el campo. Cada punto representa la media + E.E. de nueve (Testigo), seis (Lactobacillus casei + vacuna mixta contra babesiosis: LC-VAC) y cinco bovinos (vacuna contra babesiosis: VAC). Los asteriscos indican diferencias significativas (P < 0.05) entre el grupo LC-VAC y los grupos Testigo o VAC. Se administró tratamiento anti-Babesia a los animales Testigo el día 16 (flecha).
Signos clínicos de babesiosis y de babesiosis aguda con riesgo de muerte
Se observaron signos clínicos de babesiosis (principalmente fiebre) el día 16 dc en los nueve animales (100%) del grupo Testigo, en los seis bovinos (100%) del grupo VAC y en tres de seis animales (50%) del grupo LC-VAC; mientras que se observaron signos de babesiosis aguda con riesgo de muerte en los nueve bovinos (100%) del grupo Testigo pero en ninguno de los animales (0%) de los grupos LC-VAC y VAC. El mismo día, todos los animales del grupo Testigo mostraron tanto B. bovis como B. bigemina en sus frotis sanguíneos teñidos con Giemsa al ser examinados con el microscopio óptico. Al día 16 dc, tres de nueve animales no vacunados estaban echados, mientras que todos los bovinos de los grupos vacunados estaban de pie. Ese mismo día, todos los animales en el grupo Testigo fueron tratados contra babesiosis con 4,4'-(diamino) dibenzamide diaceturate* (Ganaseg) durante dos días consecutivos; a pesar del tratamiento, el día 26 dc un animal murió. Los animales vacunados (grupos LCVAC y VAC) no recibieron tratamiento contra babesiosis. El día 20 dc todos los animales fueron tratados contra garrapatas (baño garrapaticida). Los bovinos mostraron cargas promedio de 2000 garrapatas (oscilando entre 1500 a 3000 garrapatas por animal). Un ejemplo de la carga de garrapatas se muestra en la Figura 5.
Figura 3. Porcentaje promedio de eritrocitos parasitados por Babesia spp determinado por el examen al microscopio de frotis sanguíneos teñidos con Giemsa, los días 12 y 14 después de la exposición de los tres grupos de bovinos a Babesia spp transmitida por Rhipicephalus (Boophilus) microplus en el campo. Cada punto representa la media + E.E. de nueve (Testigo), seis (Lactobacillus casei + vacuna mixta contra babesiosis: LC-VAC), y cinco bovinos (vacuna contra babesiosis: VAC). Los asteriscos indican diferencias significativas (P < 0.01) entre el grupo LC-VAC y los grupos Testigo o VAC.
Figura 4. Promedio de los niveles de anticuerpos IgG anti-Babesia, determinados por la prueba de inmunofluorescencia indirecta (IFAT), los días 0 (valores basales) y 17 después de la vacunación (dv) y a los ocho y 20 después de la confrontación (dc), de tres grupos de bovinos con Babesia spp transmitida por Rhipicephalus (Boophilus) microplus en el campo. Cada punto representa la media + E.E. de nueve (Testigo), seis (Lactobacillus casei + vacuna mixta contra babesiosis: LC-VAC), y cinco bovinos (vacuna contra babesiosis: VAC). a) IgG anti-Babesia bigemina; b) IgG anti-Babesia bovis.

Discusión
Los resultados obtenidos demostraron la capacidad de L. casei inoculado simultáneamente con la vacuna mixta contra babesiosis bovina, para incrementar la eficiencia de dicha vacuna en animales (aun en menores de nueve meses de edad) expuestos a la confrontación natural con B. bovis y B. bigemina transmitidas por la garrapata Rhipicephalus (Boophilus) microplus del ganado, y corroboraron los hallazgos previos observados en bovinos vacunados y confrontados bajo condiciones controladas con Babesia bovis y B. bigemina.11 En el estudio de Bautista et al.10 no se observó protección contra la confrontación con Babesia spp en bovinos tratados únicamente con L. casei. Con base en esa observación, en el presente estudio no se incluyó un grupo de bovinos tratados solamente con L. casei. Similarmente, los resultados sugieren que los bovinos del grupo VAC-LC están mejor protegidos contra la infección natural con Babesia bovis y B. bigemina transmitidas por garrapatas, que aquéllos que solamente recibieron la vacuna contra babesiosis. Se cree que los incrementos en el promedio de temperatura observados los días 24 y 26 en el grupo VAC, se pudieron deber a una reinfección con Babesia que luego fue controlada. Se sabe que L. casei estimula el sistema inmunitario innato por medio de la activación de receptores tipo-Toll (Toll-like receptors, TLRs) y la producción de citocinas tipo Th1.17,18 Los TLRs no solamente inducen respuestas inmunitarias innatas, sino que también modulan la respuesta inmunitaria adaptativa celular y humoral que da lugar a una mejor respuesta inmunitaria adquirida a un antígeno en particular, como los antígenos de las vacunas.19,20 En este sentido, se ha demostrado que una vacuna protectora de Leptospira borgpetersenii muerta induce una potente inmunidad Th1 que comprende respuestas mediadas por linfocitos T CD4 y T γδ T en el ganado vacuno.21,22
Figura 5. Vista posterior de un bovino mostrando la carga de garrapatas el día 20 después de la introducción a un potrero infestado con Rhipicephalus (Boophilus) microplus en La Posta Veracruz, México.
Los resultados observados en el presente estudio sugieren que el uso de L. casei en vacunas contra babesiosis bovina podría disminuir las severas respuestas a la vacunación que se observan en el ganado vacunado.23
Es probable que la respuesta inmunitaria generada en este estudio por L. casei y la vacuna bivalente contra babesiosis consistió en una combinación de ambos brazos de la respuesta inmunitaria, celular y humoral; sin embargo, los mecanismos celulares deben ser investigados con más detalle en estudios futuros.
El bajo promedio de temperatura observado en el periodo de siete días después de la exposición en el campo (días 14-20) probablemente se debió a la menor presencia de parásitos en los animales del grupo LC-VAC (39.5°C), en comparación con lo observado en los bovinos del grupo VCA (40°C).
La caída en el VCA (particularmente durante los días 15, 16 y 17) se observó principalmente en los bovinos del grupo Testigo por la infección de ambas especies de Babesia y la severa infestación por garrapatas (Figura 5), mientras que la observada en los animales de los grupos LC-VAC y VAC probablemente fue causada por la sola infestación de garrapatas.
El PEP mostrado por los animales del grupo VAC, similar al de los bovinos del grupo Testigo, sugiere que Babesia spp fue finalmente controlada; sin embargo, los parásitos atenuados de la vacuna sola generaron una respuesta protectora en los animales vacunados, pero incapaz de evitar los signos clínicos temporales causados por las cepas virulentas provenientes de la infección natural.
El bajo PEP observado en los bovinos del grupo LCVAC en comparación con los valores mostrados en los animales de los grupos Testigo y VAC probablemente se debió a la estimulación de una mejor respuesta inmunitaria que controló la infección por Babesia con mayor eficacia. En este contexto, es probable que la respuesta inmunitaria innata fue activada por L. casei, como se ha demostrado en las infecciones por B. microti. 10 Similarmente, se ha demostrado que es importante la estimulación apropiada de la respuesta inmunitaria innata en becerros, que involucra la inducción de citocinas Th1 y de células tipo-NK en el bazo, para el control de B. bovis transmitida por garrapatas R. (Boophilus) microplus.24
Aunque sólo se registró la producción de anticuerpos IgG anti-Babesia en los animales de este estudio como manifestación de la respuesta inmunitaria, es probable que la inmunidad celular haya estado también involucrada en el control de B. bovis y B. bigemina en los animales vacunados, como se ha sugerido anteriormente. 11,25,26
Se especula que las diferencias en los promedios de los niveles de anticuerpos IgG anti-B. bovis y anti-B. bigemina en los sueros de los animales vacunados en este sentido, posiblemente se debieron a diferentes subclases de IgG estimuladas por los tratamientos; es decir, el tratamiento simultáneo con L. casei y la vacuna contra babesiosis estimuló diferentes subclases de IgG, a diferencia del tratamiento con la vacuna sola. Sin embargo, se requiere llevar a cabo más estudios en este sentido.
Es importante señalar que todos los animales en los tres grupos fueron mantenidos en el potrero infestado con garrapatas hasta por 16 días después de que se aplicó el tratamiento anti-Babesia en los animales del grupo Testigo, periodo en el cual se observó una disminución en el VCA en todos los animales. Respecto a ello, debe tomarse en cuenta que el efecto directo de la infestación masiva con garrapatas en los animales, que causa anemia y supresión del sistema inmunitario de los bovinos,27,28 puede dar lugar a reinfecciones con Babesia u otras infecciones (virales, bacterianas, fúngicas) en animales débiles; por esta razón, es vital llevar a cabo medidas de control de garrapatas, además de la vacunación contra Babesia spp en zonas endémicas de babesiosis. Los resultados del presente estudio concuerdan con investigaciones recientes en las cuales se ha indicado que para mejorar las vacunas, los patrones moleculares asociados con patógenos pueden ser utilizados para inducir respuestas inmunitaria innatas, vía receptores tipo-Toll, que promueven la inmunidad adaptativa.29 En este contexto, la observación reciente de que casos clínicos de babesiosis se pueden presentar en becerros menores de nueve meses de edad no-vacunados de una zona endémica de babesiosis4 y los resultados del presente trabajo, sugieren que el uso de L. casei puede proporcionar protección adicional a la vacuna bivalente contra babesiosis bovina, tanto en bovinos adultos como en becerros, contra la infección por Babesia en explotaciones localizadas bajo condiciones tropicales donde la babesiosis bovina generalmente es endémica.
Con base en los resultados obtenidos, se concluye que: 1) la eficacia de la administración simultánea de L. casei y la vacuna mixta mexicana contra babesiosis bovina fue mejor que la de la vacuna sola, en términos de presentación de signos clínicos de la enfermedad después de la exposición de animales vacunados a una infestación masiva con garrapatas infectadas con B. bigemina y B. bovis en un área endémica de babesiosis bovina; 2) la administración simultánea de L. casei y la vacuna bivalente contra babesiosis bovina genera una protección en los animales vacunados contra la infección natural por Babesia, similar a la observada en bovinos tratados con L. casei dos días antes de la administración de la vacuna bivalente contra babesiosis bovina; 3) se requiere de más estudios para dilucidar los mecanismos que ocurren en los animales vacunados con L. casei y la vacuna bivalente contra babesiosis bovina; 4) los animales menores de nueve meses de edad no vacunados contra babesiosis, desarrollan babesiosis aguda cuando se exponen a una infestación masiva con garrapatas infectadas con B. bovis y B. bigemina.

Agradecimientos
Este estudio fue financiado con fondos del proyecto número 6216955P del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).

Referencias
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